Postal de tamaño A4 desde Santander



Jon, antes de enviar la postal, afinando los instrumentos de la colonia



Queridos miembros del FLEJ:

Sois unos cursis y unos desentrenados pero no por eso vamos a olvidar todo lo que habéis hecho por nosotros. En el fondo, lleváis días sin aparecer por Alcuzcuz y la colonia y echamos de menos vuestras historias de cronopios. Creemos que os merecéis saber qué ocurre por aquí y éste es el propósito de esta misiva (informaros, eso).

Los enanos de la colonia sin nombre nos hartamos de discutir posibles nombres y decidimos que lo más cómodo y fructífero sería trasladarnos a Alcuzcuz, así que agarramos nuestras perchas y nos mudamos allí. Charles nos dio la bienvenida en el bar, quien ya ha ascendido de parroquiano a encargado de la sección de ginebras y licores de arce.

Por otra parte, Manitou el rojo ha sido recibido como un héroe en la susodicha aldea enanil, después de semanas de encarcelamiento por los miembros del Politburó, Zapatero incluido aunque ya conocemos todos cuál es su postura pública frente al estalinismo. Sabemos cómo fue rescatado y quién lo hizo pero no vamos a contar nada, ni si quiera la historia del zorro, por si acaso.

Actualmente me encuentro en Santander, haciendo cosas que no puedo decir. Sólo quiero informaros que en el Palacio de la Magdalena ya no hay leones. Tampoco hay carpas en el estanque de las bolsas de pipas caídas, esas que servían para que se escondieran de las gaviotas (no podían hacer otra cosa, estaba en su naturaleza, tanto las gaviotas como las carpas).

Y, finalmente, os cuento que mañana parto para Logroño por cuestiones de protocolo. Tengo que elegir un traje y eso requiere muchas llamadas telefónicas. Pronto volveré a la colonia, lo prometo y espero veros pronto por allí con nuevos miembros, aunque ya no suene el zigzag de los aspersores.

Un gato muy fuerte,

Jon.



Reverso de la postal. Adivina por qué una pensión tiene una estrella y la otra no. Daré una  pista, es por el toldo