viernes, 20 de noviembre de 1992

Gorritos Rojos de Beronia, como las galletas

No, no, no. Ya no se trata de vuestro juego. El caracol avanzó y reconquistó la jungla de hormigón y objetos brillantes. El caracol somos todos los que avanzamos en la sombra, ¡y grande es el circo!
¡Qué grande! Así que, desde ahora, no os soltaremos bofetadas literarias, ni comunicados, ni fallos inexcusables como en el pasado. Hemos reciclado la concha, hemos roncado al sol tras comer lechuga y aquí estamos, jornada de reflexión. Empieza otra era para algunos. Para otros, todo sigue igual. Para las luchas... las luchas avanzan tanto que hasta explicarlo sería ilegal, ¡qué bello momento! Rebrota Kirchner, el degenerado, Camila florece en el Estado español, se abre una brecha con 3 detenidos y nadie se entera de lo que ocurre en el este. Son días de patriotismo, de ignorancia, de victoria inminente del PP... y ni podrán saborear en Niza la convulsión social. Acción.
Son días mezquinos, días de cartón y hierro, pero no tristes. Oh, corbatas. Podemos llamarlo insurrección, revolución, rebelión, Orión... no importa de qué color se pinte; ha de existir, los culpables lo han de palpar en su trabajo, sus fiestas y sus barrios, no pueden seguir fumando puros en los baños del Parlamento mientras nos esclavizan sus secretarias y porras y gas de llorar.
Cada caracol tiene que envenenar su baba y prenderle fuego para que ardan las vigas del sistema. No hay que preguntar a nadie. No hay que votarlo. Estamos en guerra y ellos atacan cada día, y cada vez con más fuerza, ¡grapadoras modernas!
Y no, no no. La rebeldía no está doblada y ausente, no es una caja de fósforos en el fondo del último cajón, no. Precisamente esta es la cuestión, hemos salido, somos el clipper del bolsillo oculto de la historia y flotamos tras años de oscuridad, porque la farsa ha logrado largarse del inconsciente. De decoración a conspirar contra el sistema.
Lorategiko ipotxak askatasuna, porque los gorritos rojos sí que somos legión, y si nos cabreáis demasiado, haremos como los de la KEO, LUL, AIE, LIH, EIA, HLK, HEL, AKH y EQW. No es coincidencia, no.
La política actual, en nuestra bonita ciudad, en nuestra bonita Beronia y en nuestro odiado Estado, se limita a un debate de financiación, a ver cuál es la mejor manera de que la sociedad, la central nuclear, funcione creciendo y los ricos contentos y la desigualdad arrasa. Nosotros queremos destruir la central, y eso está fuera de la ley, es anticonstitucional, no lo hemos votado. Y, sin embargo, tenemos la obligación moral de llevarlo a cabo.
Con las viejas antibanderas o sin ellas, hemos de atacar a las raíces y hemos de hacerlo bajo formas nuevas, múltiples y de camaleón.
No estamos todos...

Por todo lo expuesto anteriormente, los Gorritos Rojos de Beronia expresan su simpatía hacia el FLEJ-RAE y bla, bla, bla; total, comunicado nº590, por Azúcar el Potro.

Gorritos Rojos de Beronia, grupo de afinidad y conspiración.

Gorritos Rojos de Beronia
20-11-2011

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