sábado, 28 de agosto de 1993

Bajo la presión de la represión

La democracia (N. del irónico: [tose y se va]) española decreta una pena indefinida de cárcel para Manitou el Rojo. Anoche, en una calle estrecha del centro de la aldea, un grupo de burgueses y agentes antidisturbios ha encarcelado a nuestro compañero Manitou, que tiene lucecitas blancas en su interior. Todo ello, de forma legal, ya que la legalidad considera a los enanos como mercancía. Así, los sapiens sapiens pueden esclavizarles, pintarles, venderles... de la forma más impune. Sí que sapiens. Ha sido la primera incursión policial en territorio libre desde la fundación de Alcuzcuz i Kiffi.
Cuando se agotaba el domingo, agarraron y apalearon a Manitou a traición, mientras salía por una alcantarilla para visitar el centro de la hermana Alcuzcuz. El avión tardó dos horas en salir y el enano de jardín estuvo retenido varias horas en un escaparate de Kiev, donde unos contactos nuestros consiguieron cegarle con una cámara y, a cambio, dejaron que les leyera la mente. Fueron rápidamente dispersados bajo una lluvia de gases lacrimógenos. La tristeza y el duelo por Manitou persiste en toda la región.

Manitou el Rojo reflexiona sobre su futuro en Kiev.

Nuestros contactos en el este europeo han conseguido averiguar que Manitou ha sido deportado sin previo aviso porque поліцейська пес багатство, un burgués de 46 años conocido como Bordan, le ha reclamado en Запоріжжя (o Zaporizhia). Bordan es propietario de una empresa de consoladores y juguetes eróticos, por lo que parece evidente que Manitou va a ser sometido a esclavitud erótico-sexual tras integrarle un sistema de vibración. El pasaporte ucraniano que encontramos en su cabaña nos ayudará a liberarle. Por otra parte, varios asentamientos de enanos de jardín de Ucrania están organizando una marcha conjunta para exigir y organizar su liberación.

Su mesa de estudio y mezcla de sustancias, frente a la escuela Paco Flor.

Por último, copiamos unas declaraciones de Manitou a un diario burgués; la entrevista fue finalmente censurada pero no ha escapado de nuestros tentáculos:

Demócrata: ¿Cómo es que puedes hablar? ¿Eres un robot?
Manitou: Si quieres conocer el sentido de tu vida, burgués, piensa en sandías y caracoles, te lo dice tu amigo del pueblo llano. Llámame cuando puedas respirar. Un día estuve a cuatro metros de Cuca Gamarra, escuché Jo ta ke, irabazi arte! y todo fue gracias a los batidos de chocolate (aunque sean de leche de soja), porque luego los pantalones de pijama se atraparon y lo demás fue muy obsceno.
Demócrata: Oh, Dios mío, voy a besar mi crucifijo. ¿Cómo ha sido su supuesta detención, Manitou?
Manitou: Ayer me desperté al anochecer, desorientado, me pillé un dedo con el cajón de los cubiertos, fui a resolver aquello del ramo de Adita y, cuando iba por el centro de Alcuzcuz para echar un vistazo a las farolas nuevas, le dije a Adita que va a tener mosquitos durante tres días tras dar tres vueltas al campanario y el agua y el frío y los pezones como estacas (y el vino), y que sería precioso volver a seducirla. Me apalearon y me embalaron poco después, perdí el conocimiento y esta mañana me he despertado en Kiev.
Demócrata: No le creo, la policía no haría algo así, está para protegernos. Nos vamos, cámara. ¿Tus últimas palabras, tito Tou?
Manitou: Agustino el italiano se ha vuelto a cortar la mejilla con la cuchilla del paladar de las máscaras que le engendraron... Soy hijo de Tous Nanitous Txate. ¡Tenéis que ayudarme, Segismundo! ¡No me gustan las vaginas sapiens!

MANITOU EL ROJO: ¡LIBERTAD!
ZAPATERO Y YANUKÓVICH: ¡REPRESORES!

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