Semper, aeternus, aeviternus, aevum, aevom... ya, ya está, que el protoindoeuropeo se nos va de las manos. Como dijo Django, "ah". Y, como dijo Marx, "¡capital!". Evo, eterno evo con minúscula y redundancia ilegal... Comencemos con nuestras historias mixtas de esta semana del lunes, del lunes como todas las semanas y sus respectivos jueves:
Pepe Mareos, coaccionado por los relojes, tenía miedo de no poder mirar a los pajarillos por la ventana de su nueva cabaña, mientras fumaba frente al cuco. Örfus, que ahora se dedica a coleccionar espinas de rosas marchitas y no se corta porque es de mármol, le dedicó una figura literaria. "Si no puedes mirar a los pajarillos por la ventana mientras fumas, tendrás que fumar para escapar volando por la ventana, ¡como los pajarillos!".
Zurrovski Baigorrechinefilakio ha conseguido penetrar a Pepe Mareos la mañana del martes de esta semana del lunes, por fin.
Leonardo Manuscrito ha fabricado una liana metálica con la ayuda de Corteza de pino nº59 de la tercera arista norte del Cangrejo. Acabado el trabajo, Leonardo le reprochó a su compañero tener un nombre tan aristocrático. "Es que somos muchos", le contestó la corteza de al lado. Leonardo pretende usar esa liana en las próximas liberaciones.
Wal-Walkie Wal-Talkie, el escocés, se ha quedado mirando un péndulo durante 23 horas. Su primera palabra, al levantar la vista y volver a la realidad, ha sido "péndulo". La ha repetido varias veces y Segismundo muestra signos de preocupación.
El habitáculo del péndulo.
Pluto Cucuruchi ha soñado esta noche con elefantes rosas que escupían burbujas verdes con gnomos dentro. Se revolvió en la cama, dijo "qué psicodelia" y se volvió a dormir. Entonces, soñó con una secta de bufandas que corrían tras él para vengarse y pensaban arrancarle los ojos y usarlos como bolas chinas. Se estrujó contra el gotelé, dijo "qué psicodelia" y se volvió a dormir. Entonces, soñó con muñecos de madera que se bañaban en té porque creían que el té era un espejo mágico que les llevaría a Alcuzcuz i Kiffi. Hizo el pino, dijo "qué psicodelia" y fue a dar un paseo cuando el sol estaba a 33 grados respecto de Mendavia y ya empezaba a refrescar.
Perfectly tenía la necesidad psicótica de ver girasoles sonriendo, así que decidió drogarse. Se está recuperando y, según Segismundo, en un par de horas su pulgar volverá a funcionar con normalidad.
Narciso Golatrin se ha despertado, ha cantado cuatro canciones graciosas, se ha paseado por la hierba y ha huido de un trol montado en un zorro. Hoy ha aprendido que el folclore escandinavo tiene menos de folclore que el folclore catalán.
FLEJ-Ribera Alta del Ebro
Sirenita, 15-9-2011
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