Que ya vale de tanta categoría, tantos lectores automáticos y tanta estupidez electrónica. No contentos con convertirlo todo en números, ahora sólo existe el 1 y el 0. Pero qué se han creído. El día que desaparezcan los chips y los circuitos cerrados y la información supersónica, habrá una gran orgía colectiva. Pasas la vida atado a una nube de pasas, imágenes y palabras vacías, pasadas por el enemigo del calor y de las pasas, la pantalla.
-Can I buy you a cigarette?
-Oh yes, of course.
-How much?
-It’s OK.
Sólo faltaba que le cobrase. ¿Que son útiles las pantallas? Claro. También es útil la energía nuclear. Son útiles las cárceles, el Estado, el dinero, los rifles automáticos, las empresas, mi cepillo de dientes… claro que son útiles. ¿Y qué?
Lo que está claro, con condolencias químicas y casi inmortales, es que si Polifemo es Polifemo, entonces Polifemo. Esta es la lógica de nuestro tiempo.
Y me voy a inventar a Oh Canela Greeningi, el enano que deja las frases a medio acabar.
Las reflexiones terminan en el bar.
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