martes, 15 de mayo de 2001

Enanos y epístolas I - Té verde con hierbabuena

HA sido un día bonito. Sólo he visto a los enanos que quería ver. Por la mañana, Örfus no encontraba un delicioso English Blend en el catálogo ni conseguía leer su código de barras y me lo dejó a 1,80. Imagínate, cariño, 50 gramos por 1,80. Cuando consigamos crear el microclima ideal en la ladera del Cangrejo, habrá tabaco gratis para todos; mientras, sumido en la lógica del dinero, las ofertas me harán feliz, y más si me las hace un viejete con barba de canas que pone incienso en el estanco.
Después de comer, he probado mi primer chupito de sake. Ha sido curioso porque el sabor era igual que acariciar con firmeza el pelaje de una leona o de un caballo árabe, y con un sutil regusto a hueso, muy agradable. Nunca he chupado un hueso, cariño, de ahí el misterio y de ahí la alegría. Algunos lo llaman jolgorio oriental.

Marley-Pampero hace una visita a la Ribera

Me he echado la siesta a la sombra, en la naturaleza, y luego he ido al bar en busca de té verde con hierbabuena.
-Mira, tú lo que quieres es un té raro, ¿no?
-Bueno...
-Mira, te invito a éste de fresas que me traigo para mí, está muy rico, mira, en la caja dice que te hace más bella.
Éstas son las camareras que me gustan, las que nunca se quedan cortas de miras, las que saben apreciar la belleza de las farolas a través de la niebla, las que te sonríen en el trabajo y las que salen de expedición a por tréboles de cuatro hojas. Créeme, cariño, es mucho más sano que las demás formas de buscar suerte.
Caída la tarde, me he tirado una hora en la fuente de un jardín libre tras perfumar el ambiente hasta gastar todas mis cerillas. Un baño en completa armonía gracias al viejo Marley-Pampero, que está de visita. Muy buena gente.

Leonardo Manuscrito feliz en su baño

Cerca del tren me inventé un desierto y lo que sentí sólo lo entiende el que se ha recorrido las dunas del sur con una moto de los ochenta, y eso que volvía andando. Imagínate, cariño, imagínate. Acabo de llegar a mi cabaña y me dormiré en breves con té de rosas silvestres y tabaco inglés.
Para hacer un día perfecto, tocaría una noche de sexo salvaje y conflicto social, pero me encuentro con varios problemas. Ya no sería un día en sentido estricto, tengo bastante sueño, las cárceles me aterran, la perfección no existe y estás demasiado lejos, cariño. Por eso me voy a dormir.
Un besito de canela.

-Leonardo Manuscrito

No hay comentarios:

Publicar un comentario